Luis Díaz-Cacho analiza ‘Alegra Aura’, de Miguel Galanes, que será presentada hoy en Daimiel

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La nueva novela de Miguel Galanes, “Alegra Aura”, será presentada en Daimiel, hoy 14 de junio, a las 20:00 horas, en el Casino de la Armonía. En el acto, además del autor, participarán Leopoldo Sierra, alcalde de Daimiel y Matías Barchino, en calidad de presentador. Al día siguiente, sábado, 15 de junio, a partir de las 11:00 horas, Miguel Galanes firmará ejemplares de sus dos novelas, “Cauce de la desolación” y “Alegra Aura”, en la caseta del Grupo Oretania, en la Feria del Libro de Puertollano (FELIP’24).

El escritor y poeta, Luis Díaz-Cacho, realiza un análisis completo del segundo libro de la trilogía ‘Iluminado de Néminis’, “Alegra Aura”:

Voy en busca del ser que va conmigo
y acompaña mi paso a cada instante,
voy en busca de un ser tan semejante
que no logro saber a quién persigo.

Voy buscando la mano del amigo
que tendida ante mí está delante,
voy buscándome a mí en el semblante
que confunde mi yo con su testigo.

Voy en busca del hombre esperanzado
que muy dentro de mí tiene un sembrado
de manojos de amor y paz henchida,

blancos lirios de sol, rojo rosal,
y en el centro del cuerpo un manantial,
donde beben los dos agua llovida.”

“Alegra Aura” es una novela de búsqueda y de encuentro, de indagación y de averiguación de la historia (mejora decir de “las historias”) de los personajes de la familia de Iluminado, uno de los relatores de los acontecimientos.

Encontrarse para identificarse en sus raíces, para buscar su lugar en el mundo, para conocerse a sí mismo (el aforismo griego que Sócrates popularizó, pero que se encontraba escrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos y que se atribuía a los siete Sabios de Grecia).

¿Nos hemos detenido alguna vez en nuestras vidas a preguntarnos por nuestro lugar en el mundo? ¿Creemos conocernos a nosotros mismos, en este mundo tan vertiginoso, tan veloz, que no deja resquicio para que nos ocupemos de nuestro interior? ¿Nos hemos parado a pensar hacia dónde caminan nuestros pasos y si estamos satisfechos con la vida “líquida” (como diría Miguel) que vivimos?

En el soneto del principio está la esencia de la búsqueda de mí mismo. Reflexiones que como Miguel queremos compartir con los lectores para hacerles (al menos) reflexionar.

Encontrarnos con nosotros mismos en el manantial de agua pura y cristalina donde beber con nuestro “yo” el agua llovida.

¡Ahh, el agua! Los ritos del agua, la falta del agua, la desecación de nuestros acuíferos (versus el 23 que le quita el sueño a Miguel); el medioambiente deteriorado progresivamente, sin que nos detengamos a reflexionar sobre ello como deberíamos (la inmediatez de nuestras vidas nos impide preocuparnos del futuro). Como dirá el escritor Rafael Navarro de Castro: “Le hemos declarado la guerra a la naturaleza… y lo malo es que vamos ganando”. Ya nuestro Miguel Galanes lo relata magistralmente en “Cauces de desolación”.

CANGILONES SEDIENTOS DE ESPERANZA

Me recuerdo pequeño y diminuto
– todavía casi nada –
sentado en el patio de mi casa
de la calle Don Jorge.
Mamá me encomendaba
vigilar el grifo y la tinaja
cuando daban el agua.

El sonoro sonido de aquel chorro
al caer desde el grifo a la tinaja,
(desde arriba en la distancia)
provocaba en mí un temor inesperado
de caverna ancestral.

Rugía en el vientre de barro
el líquido elemento
con la urgencia del tiempo de escasez
como un grito desgarrado
en la mañana.

Tan sólo era un niño
que aún no entendía nada.

Con el paso del tiempo
en cada esquina
y las noches de niebla en la ventana
el amor a esta tierra ha desbordado
cangilones sedientos de esperanza

Aquel niño pequeño y diminuto
sigue estando vigilante en la tinaja.
Y en el cauce de sed de cada río
cristalino es mi verso
y blanca mi palabra.

Es intrínseco a su naturaleza, a su forma de ser y de comportarse ante la vida. Lo lleva interiorizado, grabado a sangre y fuego. Miguel no deja de reivindicar su preocupación por la naturaleza, por el medio ambiente, por la falta de agua, por la violencia de género, por la deriva de los nuevos “neofeminismos”, por este mundo globalizado en el que los muertos hablan y las brujas existen; por la situación de su Daimiel (o Lemiday) y su preocupación por las Tablas de Daimiel en la que los tarayes se secan y el río ya no corre cual espejo en el que mirarse y contemplarse para reconocerse.

Me miro en el espejo
y apenas me conozco.

Ya no soy el de ayer,
ni siquiera el de ahora.

Me dejo llevar por la inercia
que me empuja
y deambulo los segundos
a ritmo de latido.

Me miro en el espejo
y un mundo de recuerdos
me llena los espacios
– la memoria de un tiempo
en el que descubrí las cosas-.

Ahora las canas me devuelven la sorpresa
y son más de sesenta las pupilas
que me contemplan en silencio
intentando comprenderme.

Apenas me conozco
y, sin embargo, sigo aquí
con los miedos ajenos en el sueño
y pasando los días sobre el rostro
como pasan las horas sobre el viento.

Me miro en el espejo
y apenas me comprendo.
Saber cómo he llegado hasta aquí
es una incógnita, incluso para mí mismo,
que quisiera descubrir.

Me miro en el espejo
y me descubro en el encuentro,
en una circunstancia de mi vida
hacia dónde no sé si el camino me conducía
cuando inicié este viaje
a través de los años.

Mas estoy aquí y aquí me quedo,
con la paz interior de tu sonrisa
compartiendo la alegría y los miedos
del espejo que devuelve la mirada.

Me miro en el espejo
y apenas me conozco.

El espejo son los ríos que van a dar a la mar de nuestros orígenes. Iluminado indaga, busca, descubre, encuentra y escribe. Su Dietario es un compendio de apuntes de la historia familiar. Un árbol genealógico en el que va revelando acontecimientos, anécdotas, hechos, sucesos, secretos… que no le dejarán indiferente.

¿Acaso creyó (creímos) que podríamos salir indemnes, intactos, cristalinos, de esta situación? ¿No son los secretos ocultos e íntimos que descubrimos los que nos condicionarán a partir de entonces? Es por ello, que le pide a su mujer Ainara que guarde el Dietario y no se lo dé a conocer a nadie. Después servirá a su hija Josune para la elaboración de su tesis sobre las brujas: “La brujería en España. Sus consecuencias”.

La relación con la brujería de la familia se encuentra en los orígenes de su genealogía. Arizkun, en Navarra y Daimiel en Castilla La Mancha, pasando por el mundo rural gallego, nos abrirán los ojos en este ámbito. Dos lugares en los que históricamente la brujería ha estado presente y ha pasado de generación en generación (proceso de Logroño de 1610 por el que se quema a 11 personas de Zugarramurdi y causa contra la hechicera Juana Ruíz en 1440) harán decir a nuestro personaje que “las brujas viven entre nosotros”.

Alegra, el personaje central que da nombre a esta novela convive con la brujería, con los hechizos, con las pócimas y con este nuevo mundo neofeminista y liberal que le hará ser el blanco de las críticas y de los ataques, de los excesos y de las conspiraciones.

Pero ¿es Alegra víctima o verdugo de este mundo global e indiferente en el aquelarre de su muerte? ¿Suicidio o asesinato? Que cada lector o lectora saque sus propias conclusiones. Yo aún dudo, no lo tengo nada claro, después de leer intensamente la novela.

La novela avanza con la incorporación profusa de personajes que irán teniendo su relevancia y su espacio en los diferentes capítulos y que nos irán adentrando y atrapando en una tela de araña familiar, que no permitirá que levantemos la vista de las hojas de este libro. Quizás el autor ha preferido dejar el final abierto a la interpretación de cada uno de nosotros.

Nadie como Miguel para saber llevar y guiar al lector a través de las secuencias, de las historias y de los capítulos de este libro.

Y No. Me niego a aprobarlo. La novela no es una novela oscura ni difícil. Sí que es una novela para lectores asiduos, constantes, concienzudos, experimentados, de lectura diaria. Lo que ocurre (como dirá en la novela el propio Miguel a través de Iluminado, y es cierto) es que ahora se lee muy poco (por desgracia). Él mismo lo ha comprobado como profesor de Lengua y Literatura. Iluminado lo comenta en la obra. Ahora no leen ni los escritores y la deriva de la educación política adolece de cultura.

Son exquisitas las alocuciones de Iluminado sobre la escritura que le ayuda a ver las cosas. La dificultad de enfrentarse al papel en blanco. La poesía y los egos de los poetas, a los que llega a llamar “arrastraculos por los premios” y llega a decir de lo que escriben (o escribimos) “gilipolleces poéticas”. Sin embargo, él mismo se considera más poeta que novelista, como Miguel también reconocerá.

Aunque estoy convencido de que Miguel, ante todo, es un erudito de la palabra, un maestro del lenguaje y de los medios estilísticos, un enamorado de la cultura, un renacentista humanista en toda regla y fuera de contexto.

Su extensa obra poética (cuatro trilogías), sus ensayos reflexivos sobre el “sensismo” y su nutrida y extensa obra novelesca (dos novelas de la trilogía publicadas y la tercera ya escrita), en comunión con su “conjunta trinidad” o “triple personalidad” le llaman a consolidarse en un referente de la literatura contemporánea española y de la actualidad cultural de este país.

Iluminado es Roni, un personaje imaginario que lo suplanta en los sueños y Gato (Oscuro) continúa siendo Iluminado, su seudónimo, su alter ego.  La “conjunta trinidad” o “triple personalidad”. El número 3 que les acompañará a lo largo de toda su vida.

Les invito a descubrir cuánto hay de Miguel en Iluminado y cuánto hay de Iluminado en Miguel. Ambos, en un equilibrio perfecto, transitan del pasado al presente, de Lemiday a Arizkun, de Madrid a Daimiel, de Gato a Roni y de Roni a Iluminado, para regresar de nuevo a Gato.

Miguel ha dedicado y dedica cientos de horas a repasar sus escritos, a volver a retomarlos y a corregirlos incansablemente, buscando la perfección. Su tiempo de dedicación a la escritura es su tiempo de vida. Insatisfecho siempre, en algún momento toma la decisión (aún sin todo el convencimiento) de que a una obra le ha llegado la hora de que vea la luz; aunque hayan pasado más de doce años desde que comenzó a escribirla.

Querido Miguel, mi admiración y respeto ha pretendido en esta presentación no desvelar demasiado de “Alegra Aura”. Espero haber conseguido crear la expectativa en los lectores para que adquieran la novela y deambulen sin denuedo en los entresijos de esta familia, que desde ahora también es mi familia.

En la palabra vivimos y de la palabra nos nutrimos. Quiero concluir esta presentación con este poema que nos identifica a los dos en nuestra manera de caminar y de comportarnos ante la vida:

LA PALABRA, ANTE TODO

La palabra, ante todo
en la esencia del ser.
Como un baluarte al que aferrar
la relación más sincera.

Y en la palabra la discusión
como extensión del acuerdo
al que habremos de llegar, siempre.

Jamás la disputa,
el enfrentamiento cainita,
la ruptura de la relación.

Y en la palabra, nosotros.
El encuentro de la sociedad
que busca el entendimiento
de los unos con los otros.

En la esencia del ser
la palabra, ante todo,
brotando de los labios
para construir el encuentro.

Porque somos palabra,
lenguaje en el camino,
discurso en la mañana,
necesito tu voz
como aliento de la mía.