Benjamín Rey Soto: “Su palabra siempre es poética y formal, pero nunca vacía ni mentirosa”

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En la presentación del libro “En el círculo azul del calendario”, del que fuese alcalde de La Solana, durante 2011 a 2021, Luis Díaz-Cacho Campillo, el Patio de la Casa de la Iglesia, se llenó de poesía, de música, de solidaridad, de amor y de agradecimiento y reconocimiento a la sociedad solanera en su conjunto, una sociedad organizada en colectivos, asociaciones, peñas, clubes, hermandades, confradías, ONGs, que caminaron al lado de Luis Díaz-Cacho Campillo, durante los algo más de diez años que ejerció como alcalde de “nuestro querido pueblo”.

El acto de presentación del libro “En el círculo azul del calendario” (Ediciones C&G), tuvo lugar en el emblemático Patio de la Casa de la Iglesia, con la participación de Benjamín Rey Soto, párroco de la iglesia de Santa Catalina; Julio Criado García, editor y director del Grupo Oretania; María de Toro, cantante y Luis Romero de Ávila, poeta encargado de moderar el acto. También se contó con la presencia de familiares, compañeros y multitud de amigos del poeta solanero llegados de todas partes, que quisieron acompañarlo en la puesta de largo de su nuevo libro.

Con su habitual elocuencia y potente oratoria, Luis Romero de Ávila, fue el encargado de dar la bienvenida a todos los allí presentes, “hoy es un día que nos llena de plegarias y en esa oración habita el encuentro con una vida creada sencillamente para servir a los demás”.

Romero de Ávila, dijo encontrarse “en una nube de sueños donde el pasado juega al ajedrez en cada uno de aquellos días que el tablero de la vida nos ha tocado emprender. Emprender esa partida donde nosotros hemos sido siempre eternos peones desde una torre de cristal transparente y sincera”.

El nuevo libro de Díaz-Cacho, “En el círculo azul del calendario”, reúne una parte selectiva de las intervenciones, colaboraciones, discursos, pregones, presentaciones de libros que, el alcalde de La Solana, compartió durante su tiempo de mandato, más de diez años que “se han acumulado en nuestros recuerdos”, según Luis Romero de Ávila, que lo acompaño durante esos años y que para él había sido “un vuelo de golondrinas buscando el nido donde dejar sus composiciones. Ha sido la historia de la sensatez, la verdad más honrada y más sincera. El vértice cabal para que, en cada uno de esos artículos, pregones, presentaciones de libros y tantos y tantos encuentros con la intimidad de tu libreta y un bolígrafo creador hayan podido elevar, y lo digo convencido de verdad, tus obras sobre el alto pedestal de los mejores regidores que ha tenido la Solana”.

Romero de Ávila, dio paso a Benjamín Rey Soto, prologuista de la obra, quien, tras relatar algunas vivencias en común con el autor, dijo que “al fijarnos ahora en el fruto de estos años de servicio de Luis en nuestro pueblo, pensemos no solo en la palabra poética que siempre sabe regalarnos, sino en los logros pequeños y grandes que las sustentan”.

El párroco de Santa Catalina, aseguró que “torpemente pensamos que la vida es el espectáculo y nos dejamos impresionar por las grandes obras cuando la vida se da o no se pierde en lo pequeño. Estoy convencido de que por el bien del pueblo Luis ha hecho mucho”.

“Pero me quedo con lo que he dicho antes, con los detalles del día a día, con la normalidad de quien sostiene en silencio el peso de muchas decisiones, con la paz y la cordialidad de que Luis ha sabido revestir las relaciones institucionales, con su saber estar de cada día, en cada momento y en todos los momentos en los que había que hacerlo, con la mano tendida siempre para favorecer la colaboración mutua, con la corrección y los detalles. Con esto me quedo, porque así es Luis.

Y esto es lo que he percibido en contacto con él en estos años, él como alcalde y yo como cura de Santa Catalina”, explicó Rey Soto, quien añadió “su palabra sabéis que siempre es poética y formal, pero nunca vacía ni mentirosa. Pero es ella, en este libro, está la paciencia. El aguante en asumir las cargas del cargo. La soledad del que dirige campeando con los estrechos márgenes que da estar siempre en minoría. El quiero y no puedo de tantos días. El esfuerzo por la escucha y la conciliación. Los disgustos guardados en el alma y los logros compartidos con Violeta de regreso a casa cada noche”.

Benjamín, agradeció también, como delegado de Cáritas, que el beneficio obtenido por la venta de los libros en la presentación, se destinase íntegramente a Cáritas. “Un 30% de su importe está muy bien. Nutrir económicamente los programas de Cáritas para poder ofrecer becas y ayudar a familias inmigrantes es algo hermoso y necesario”.

Por su parte Luis Díaz-Cacho, explicó que “En el círculo azul del calendario, es un libro del tiempo que juntos compartimos, del tiempo que unidos convivimos, atravesando las circunstancias que nos tocaron gestionar, sorteando las dificultades sobrevenidas por la crisis maldita económica y financiera que tantos años ha durado, vadeando las orillas de un virus que nos cambió la vida para siempre”.

Continúo detallando, que “el tiempo siempre me ha apasionado, me ha atrapado, me ha inspirado, me ha hecho reflexionar sobre la futilidad de los días. “En el círculo azul del calendario” nos cabe el tiempo y el amor del ciclo de la vida, el paso de los días o el paso de los años. Cual círculo en el que vivimos permanentemente girando para completar nuestro calendario colectivo o personal, desde la bóveda celeste y azul que nos engloba”.

“Sin embargo, este tiempo ya es pasado. Memoria particular y colectiva. Una etapa de nuestras vidas que jamás podrá regresar, si no es desde el recuerdo de la lectura de estos textos que permanecerán indelebles a través de los giros venideros del círculo azul del calendario”.

Al autor del libro, siempre le ha acompañado la poesía o la prosa poética como manera de expresarse y de comunicarse. En este título se encierra toda una filosofía de vida. El broche de oro lo puso la cantante, María de Toro, quien musicalizó y cantó magistralmente varios poemas del poeta solanero. Una bella tarde para recordar por los que tuvieron la suerte de presenciarlo y vivirlo con la emoción del momento.