
José González Ortiz · (escritor/historiador)
Ayer se inauguró la exposición fotográfica del Dr. Zouhair Halaoui en la “Casa de Baños” de Puertollano. Muestra fotográfica que anteriormente estuvo expuesta en el Museo Municipal Manuel López-Villaseñor de Ciudad Real y ahora, en su periplo expositivo, la podemos contemplar en este singular edificio de Puertollano del siglo XIX. Exposición que estará hasta mediados de febrero y en la que se recoge una selección de imágenes que el médico oftalmólogo libanés ha recopilado en estos últimos años. Zouhair Halaoui nació en Tiro (Líbano) y reside en España desde los 18 años. Estudió medicina en la Universidad Complutense de Madrid, especializándose en Oftalmología. Fue jefe de Servicio en el Hospital Universitario de Ciudad Real y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla la Mancha.
Un magnífico catálogo realizado por la Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real, recoge parte de su obra. Por otro lado, el Excmo. Ayuntamiento de Puertollano, ha acogido esta muestra fotográfica con gran interés, consciente del valor cultural de la misma al igual que hace en otros acontecimientos culturales. Al respecto, el escritor e historiador de Puertollano José González Ortiz ha realizado una introducción del citado autor en el catálogo anteriormente reseñado y del que transcribimos su interesante texto.
Las visiones oníricas de Zouhair Halaoui · “La fotografía es luz que atrapamos con el alambique mágico de nuestras emociones”
¡No es la primera vez que me sorprendo gratamente con las fotografías de Zouhair Halaoui! Ya me ocurrió en sus anteriores exposiciones del Museo Elisa Cendrero, Escuela de Arte Pedro Almodóvar y ahora, más recientemente, en el Museo Municipal Manuel López-Villaseñor de Ciudad Real. Fotografías de gran belleza y elocuente carga simbólica. Imágenes que transcienden la realidad pues se mueven y evocan ámbitos de la fantasía y nos hacen transitar por universos imaginarios, donde Zouhair discurre interiorizando y registrando en breves espacios de papel su amplio bagaje de sentimientos. En esta ocasión los paisajes son retazos de naturaleza que ha captado en su recopilatorio de impactos visuales, donde lo sublime y emotivo es atrapado y expelido por su propia empatía y sensible cosmogonía. También en otras ocasiones, los rostros humanos con sus orografías delicadas y expresivas de sorprendentes versatilidad y sinceridad.
Contemplando las fotografías de Zouhair Halaoui, llegamos a la conclusión de que su lenguaje gráfico es de una sorprendente sinceridad. Es inútil no tratar de buscar en sus instantáneas una línea filosófica o alineación posturista. Lo que descubrimos es el gratificante valor de mostrarnos sus emociones ante lo que es visible y que él, como mago de la imagen retiene y formaliza en un soporte estático para que, en la posteridad, con el tiempo… rememoremos cada vez que observemos aquellos motivos y situaciones que lo han cautivado y estremecido. Las fotografías de Halaoui no son de las que pasan sin dejar huellas… sin afectarnos: existen, están ahí y… quedarán en nuestra memoria. Zouhair es un artista de nuestro tiempo que “pinta” con la cámara pues domina en su crisopeya de manera empírica los lenguajes expresivos y representativos del momento.
Esta nueva exposición es otra salida de su obra gráfica. Un reflejo de sus inquietudes y necesidad de compartir con nosotros aquello que le es trascendente, donde los instantes fugaces, las luces efímeras y difusas, paisajes irreales, misteriosos e inverosímiles en los que se nos sugieren bosques o forestas fantasmagóricas, a veces pobladas de espíritus camuflados que promueven e insinúan akelarres y hechicerías, el mar con sus multiformes contrastes… o bien, aprisionando emocionados golpes inesperados de turbación, que fijan para la posteridad líricas páginas cargadas igualmente de poesía. Porque la poesía como dice Ernesto Sábato rememora lo íntimo y Zouhair Halaoui, sugestiona e impresiona con sus atractivas imágenes los intricados y misteriosos vericuetos donde anida y tiene su sede… la onírica e infinita levedad del alma.