El autor de ‘Los Colores del Tassili y otros relatos’, confiesa que sus primeros pasos literarios estuvieron vinculados a el ámbito privado de los diarios personales. Amante de la escritura epistolar le llevaba a escribir cientos de cartas a sus amistades, por Navidades, a los amigos lejanos, por vacaciones, etc., y así se dio cuenta de que lo que deseaba transmitir eran historias divertidas, fantásticas, históricas o una mezcla de todas ellas. El próximo sábado, día 5 de junio, a las 20,00 horas, presenta en el Parque Huerta Asaura de Argamasilla de Calatrava, su primer libro.
Cuéntanos ¿quién es David García Rodríguez?
Pues David García es una especie de humanoide repleto, como cualquier otro humanoide, de bondades y de miserias. Me interesa pulir y cultivar las bondades, pero sobre todo con lo que contiendo a diario es con el acotamiento y acorralamiento de mis miserias en un redil bien robusto y sólido. Que no puedan escaparse fácilmente, porque de estas no nos podemos desprender fácilmente. Soy el domador eterno de mis miserias.
David, ¿Podrías explicarnos cuándo y cómo se despertó en ti la vocación literaria?
Mis primeros pasos estuvieron vinculados a el ámbito privado de los diarios personales. Con 10 años empecé a escribir en ellos como una suerte de estrategia de gestión de conflictos, de las amistades, de riñas y enfados, de las primeras convulsiones amorosas y sexuales, de los miedos, de los complejos… Aquello me llevó a la escritura epistolar. Escribía cientos de cartas a mis amistades, por Navidades, a los amigos lejanos, por vacaciones, … Más tarde me acerqué a la poesía y aquella relación duró varios años hasta que empecé con pequeñas colaboraciones en la Facultad de Letras de la Universidad. Pronto me di cuenta de que lo que deseaba transmitir eran historias divertidas, fantásticas, históricas o una mezcla de todas ellas. Y desde entonces continúo humildemente buscando información y aprendiendo sobre el mundo de la narrativa corta.
¿Qué es lo que experimentas a la hora de escribir?
El poder evocador de la lectura (leo y releo lo que escribo), en este caso de la elaboración de un texto literario, debe estar presente en todo momento. El trabajo de documentación es en ocasiones farragoso, aunque en otras te proporciona el placer de descubrir cosas de las que no tenías ni idea. Por tanto, lo que experimento personalmente es una visualización nítida de las situaciones y de los personajes que intervienen en ellas. Cuando viajas al centro del relato, ya no lo puedes parar.
¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?
Todo comienza con un café. A veces con un whisky “on the rocks”. El aislamiento es algo que también busco. Sin él, no consigo sumergirme en nada evocador y la concentración es una consecuencia de ese aislamiento. Una música adecuada también es un elemento que a veces ha conseguido dar alas a la imaginación.
¿Qué géneros narrativos son los que prefieres a la hora de escribir?
Lo que más me gusta es el relato corto, pero también me entreno participando en concursos de microrrelato, aunque este último no se considere género narrativo todavía por muchos.
¿Cuáles son tus influencias literarias?
Muchas. Pero principalmente influencias de la literatura inglesa del XV y su narrativa gótica del XVIII, de la literatura francesa, de su clasicismo del XVII, la Ilustración del XVIII, el clasicismo y naturalismo del XIX a las que le debo mi pasión literaria, luego del realismo mágico en la literatura latinoamericana, corrientes de literatura norteamericana del XIX y algunos de sus novelistas contemporáneos, aunque me estoy atreviendo con los clásicos griegos.
¿Qué son Los Colores del Tassili?
Los Colores del Tassili es un recopilatorio de quince historias que viven en los límites de mundo visible. Suponen una mezcla de colores diversos entre lo real y lo imaginario, lo mágico y lo cotidiano, el miedo y la risa, lo bello y lo terrible. Son quince historias que recogen personajes reales, hechos reales pero que se combinan con otros elementos imaginados en una extroversión distorsionada de la realidad, en una normalidad desmesurada de rarezas.
¿Qué temas te gusta tratar en tus relatos?
Primero me gusta leer sobre hechos o acontecimientos reales que han ocurrido por la premisa universal de que siempre la realidad superará a la ficción. Cuando encuentro alguna historia interesante o curiosa, simplemente experimento con ella. A veces simplemente sueño con alguna historia o vivo algún momento especial que agarro en mis cuadernillos de anotaciones para, más tarde, volver a estirar y a encoger como una amalgama de levadura, harina, agua y sal en manos de un panadero.
¿De los quince relatos que componen tu libro, hay alguno en particular por el que sientas predilección? ¿Por qué?
Después de muchos años, continúo leyendo y releyendo los relatos que lo componen y me siguen gustando todos y cada uno. Es complicado elegir uno. Personalmente me encantan igual o más que el primer día , quizá por el tiempo de dedicación empleado o búsqueda de documentación necesaria: Los Colores del Tassili, Oro líquido, Café en el Érebo, Trashumantias, Viaje al centro del Relato, La Melodía de las Manos, Ayeres de ahora y La Última tarde.
En ‘Los Colores del Tassili. ¿A qué tipo de lectores te diriges principalmente?
Pues no está la cosa como para cribar tipos de lector. Está dirigido a cualquier tipo de lector, incluso para el carente de tiempo o el perezoso que le asusta la novela u otros géneros más extensos. En los Colores del Tassili encontrará historias breves que pueden leerse en apenas media hora.
¿Qué te gustaría aportar a la literatura?
Solo divertimento y entretenimiento, que no es poco. Que a cualquier que se le ocurra leerme pase un rato agradable.
¿Qué podemos esperar en un futuro de David García Rodríguez?
Pues no lo sé aún. Hasta hace cuatro días sólo quería viajar por el mundo, conocer chicas guapas, meterme en peleas y ahora, a pesar de que viajo bastante, no trasnocho, tengo familia y mis nudillos están fofos. Posiblemente continuaré escribiendo todo lo que pueda y de la forma más seria que pueda aunque para ello necesitaré de nuevas experiencias y nuevos aprendizajes.
Hablábamos de tus manías, rarezas o costumbres. En una escala del 1 al 10, ¿cómo te consideras de raro?
Rojo carmesí.
¿Qué libro, aparte de los Colores del Tassili, le recomiendas a gente a la que no le gusta leer?
Ninguno. Son muchos los estándares que fomentan la culpabilidad por no seguir determinados comportamientos o cultivarnos literariamente. Quien no quiera leer, que busque el equilibrio, la felicidad o la sabiduría por donde le salga mejor y más suave. Quizá le hablaría de las bondades de la lectura, pero ni siquiera acertaría a dar una explicación convincente de algo que se vive tan íntimamente.