El vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, ha insistido en la necesidad de coordinación con comunidades autónomas limítrofes cuyas decisiones pueden afectar a los municipios de la región.
El vicepresidente ha avanzado puesta en marcha de un dispositivo de vigilancia especial de Atención Primaria para detectar “lo antes posible” nuevos casos de coronavirus tras la llegada de vecinos de otros territorios.
Además, Castilla-La Mancha va a realizar un test de seroprevalencia “a todo el personal sanitario y sociosanitario”, así como a empresas auxiliares que trabajan en centros de este sector en la región.
El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha avanzado que el próximo Consejo de Gobierno – previsto para mañana martes– dará luz verde a la creación de un comité técnico y administrativo que se encargará de adaptar la estrategia de desescalada, que proponga el Gobierno de España, a la realidad de nuestra Comunidad Autónoma, “pensando en las amplias comarcas donde la incidencia de esta pandemia ha sido menor que en otros territorios”.
Uno de los primeros pasos para la conformación de este comité ha sido contar con la opinión de los delegados de la Junta en cada provincia, así como con los respectivos delegados de las consejerías que tienen un conocimiento más cercano de la realidad de cada uno de los territorios.
En este sentido, el vicepresidente ha insistido en la importancia de esta coordinación interna toda vez que ha señalado la necesidad de que exista un trabajo conjunto con nuestras comunidades autónomas vecinas y con las decisiones que puedan estar tomando regiones limítrofes con Castilla-La Mancha — Madrid, Extremadura, Andalucía o Comunidad Valenciana– y cuyas decisiones pueden tener incidencia en algunos de los municipios de la región.
Además, Martínez Guijarro ha avanzado la puesta en marcha de un dispositivo de vigilancia especial de Atención Primaria en municipios de nuestra región, donde la incidencia del virus ha sido menor, que puedan verse afectados por la llegada de personas procedentes de las grandes ciudades de otros puntos de España a los municipios de nuestro territorio donde, o bien tienen familiares o cuentan con segundas residencias.
Se trata – según ha señalado vicepresidente– de municipios o comarcas donde el nivel de envejecimiento es elevado y son poblaciones de mucho riesgo, por lo que el papel de este dispositivo de vigilancia será detectar “lo antes posible” los contagios que puedan sucederse.
Test de seroprevalencia para 50.000 profesionales asintomáticos
Por otro lado, el vicepresidente ha avanzado que el Ejecutivo de Castilla-La Mancha va a realizar un test de seroprevalencia “a todo el personal sanitario y sociosanitario”, así como a empresas auxiliares que trabajan en centros de este sector en la región. En este sentido ha añadido que “estamos hablando de 50.000 profesionales” que no presentan síntomas de contagio de COVID-19.
Ese test, que será fundamental para el análisis de refuerzo de plantillas en residencias privadas, se complementará con el que prepara la región, para población en general, una vez finalice el iniciado hoy por el Gobierno de España, con el que se quiere llegar a 14.000 ciudadanos de Castilla-La Mancha y que, según Martínez Guijarro, será “mucho más detallado”.
Reparto de mascarillas
El vicepresidente se ha referido también al reparto de 5 millones de mascarillas que se ha iniciado hoy y que llegarán a 800.000 hogares de la Comunidad Autónoma a través de Correos “para que en todos los municipios de la región haya un mínimo de material una vez que se inicie la desescalada”.
Finalmente, ha adelantado que este miércoles el Gobierno de Castilla-La Mancha se reunirá con los representantes de los colegios de farmacias de la región para acordar un segundo reparto de mascarillas que se hará a través de las farmacias, con la única necesidad de presentar la tarjeta sanitaria de la región y sin que haga falta prescripción facultativa.