He de reconocer que me sorprende la respuesta dada ante la moción de censura presentada por el PSOE, especialmente por Albert Rivera tras el fallo dictado en los tribunales de nuestro país. Sobre la sentencia hay una cuestión de la cual no cabe duda y sirve de base para la moción y no es otra que los jueces no creyeron en la declaración de un señor que ostenta la presidencia del gobierno, del Partido Popular y Secretario General de este mismo partido durante el periodo en que se produjeron los hechos. Faltó a la verdad.
Si esto fuera poco, se reconoce la existencia de una caja “B”. Sí, esa que se guardaba en unos ordenadores reseteados a martillazos (como haríamos cualquiera) y que se llenaba por las mordidas en los contratos públicos que pagamos todos los españoles; los muy y muchos españoles, a través de personajes que ostentaban no hace mucho presidencias de Comunidades Autónomas, y no de dos o tres ayuntamientos aislados como hilillos del Prestige, faltando a la verdad nuevamente en su declaración en Moncloa del otro día.
Pero algunos niegan que el primer partido de la oposición haga uso de la única herramienta legalmente reconocida que es la moción de censura. Haciendo suyo el argumento falso de inestabilidad en la legislatura bajo el principio de lo que ha unido Dios que el hombre no lo separe. Pues bien aquí uno ha sido infiel al otro, faltando a la obligación de luchar contra la corrupción. Y es esta corrupción de los millones y millones euros, la que a toda Europa escandaliza y la que nos ha relegado a no tener ningún peso en La Unión Europea.
Claro está, siempre existirá la opción de una posible dimisión del Presidente y con ello, la convocatoria de nuevas elecciones, que nadie del Partido Popular y menos a nivel provincial ven posible ganar, y que ya se han encargado dentro de sus propias filas de negar, empezando por sus propios cargos, al ponerse de perfil incluso en actos públicos, con alegatos como: “qué tiene que ver que se haya encontrado culpable al Partido Popular de la corrupción, con un gobierno de ese mismo partido sustentado por otro de color naranja, qué ocurrencias…”.
Vamos, solo falta un whatsApp de Rivera a Mariano diciendo…. “se fuerte Mariano”.
Mario Estell,
Secretario de Diálogo Social
Ejecutiva provincial del PSOE de Ciudad Real